Conclusiones

Los títeres somos especiales. 
Conclusiones
“La particularidad común a los títeres consiste en exigir la siguiente paradoja: un objeto que al mismo tiempo es y no es. Está claro que lo que veo es un lobo, pero no es verdaderamente un lobo, porque veo claramente que se trata de papel maché y tela. Esta paradoja debe respetarse y mantenerse siempre. Saber soportar una paradoja sin querer resolverla a toda costa es la base de la inteligencia humana; es lo que hace posible el símbolo, la metáfora, la hipótesis…” (Mariano Dolci)
Tal y como me había propuesto al principio, esta licencia me ha servido para estructurar los conocimientos previos y adquiridos sobre los títeres y su función terapéutica. Gracias a la revisión de fuentes documentales existentes ya la recopilación de los más adecuados para el trabajo, he podido elaborar estrategias y recursos didácticos para los maestros.
Por fin se dispone de un documento en catalán que trata sobre este tema y que puede servir como base para continuar la investigación. Espero más adelante poder traducir este texto al español.
Soy consciente de que esto es un comienzo, pretende ser el primer escalón de una larga escala que no sabemos a dónde nos llevará y que invita a subir a todos los educadores y maestros que creen en las propiedades educativas de los títeres y su aplicación en la escuela.
En este estudio he podido ratificar que actualmente en Cataluña y en el resto del Estado Español, no existe prácticamente ningún escrito sobre las aplicaciones terapéuticas de los títeres. Llevamos un grave retraso en comparación con otros países europeos sobre este tema. Aún así he podido verificar que la mayoría de profesionales de la educación de nuestro país están muy interesados en estos ejercicios, pero la falta de recursos (teóricos, prácticos y personales) hace renunciar a la realización de programaciones continuadas para reforzar los aprendizajes de sus alumnos con los títeres.
En el extranjero tienen bastante documentación y disponen de asociaciones formales y activas que organizan encuentros para profesionales con el fin de poner en común sus experiencias y formar a los educadores.
Si hablamos de procedimientos he comprobado que es básico definir la adecuación de las técnicas en referencia a los trastornos. Para trabajar los aprendizajes cada discapacidad tiene una técnica que le es más favorable.
Algunos niños con NEE pueden preferir de una forma natural y espontánea la técnica titiritera que mejor les va por su discapacidad, pero a veces los maestros deben escoger la técnica porque los alumnos no están en condiciones de elegir.
Por ejemplo, los sordos cogen espontáneamente el títere de hilo. Éste dispone del cuerpo entero, la expresión es total y no es sólo una marioneta que habla. De hecho, la boca de los títeres interesa muy poco a los sordos, más bien es la expresión. Puede que sea por eso, ese interés en el títere de hilo.
Hay títeres a vista que son manipulados con un palo en la cabeza y otro sobre el brazo. Coordinan bien los movimientos, porque pueden inclinar la cabeza, el cuerpo, subir el brazo, caminar… Son importantes para un niño que no conozca bien su cuerpo. Puede aportar muchas cosas en psicomotricidad.
Es importante descubrir si una técnica titiritera es mejor que otra para los niños con handicaps y qué consecuencias tiene el cambiar de técnica sobre la expresión general.
Por tanto es indispensable que el educador conozca los diferentes tipos de manipulación de títeres. Como también es imprescindible que tenga noticia de los problemas que puedan existir en su entorno (padres, familia, compañeros de clase…), para poder realizar las actividades con eficacia.
Por otra parte, hay una serie de preguntas clave y muy interesantes que preocupan al educador que trabaja con títeres y que cada profesional debe ir contestando con su propia experiencia. Según la documentación consultada tenemos distintas respuestas. 
  • Títeres hechos o títeres para construir? 
La cuestión no está resuelta, algunos prefieren una cosa u otra por razones técnicas, prácticas o materiales. Cada método tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Construir permite una mejor proyección de uno mismo, pero existen lugares y momentos en los que es imposible realizar la construcción.
  • ¿Es necesario dejar que los alumnos elijan libremente el tipo de títere en su fabricación? 
Dependen de los objetivos marcados en las sesiones puede ser favorecedor o contraproducente.
  • ¿Es necesario en la fabricación orientarles paso a paso? 
Técnicamente el terapeuta o maestro debe ayudar a la construcción del títere, pero en ningún caso en la parte artística. Es importante que el educador se fije unos objetivos en cuanto a la construcción. ¿Quiere dejar al niño o paciente libre para crear su personaje? o por el contrario, ¿Quiere guiarle para que le interesa que descubra, por ejemplo, las partes del cuerpo?. Toda participación está en función de la finalidad de la actividad.
  • ¿Es necesario crear grupos homogéneos de alumnos? 
Si la actividad y el número o características de los participantes lo permite, puede facilitar la ejecución de la sesión. Pero si lo que se pretende es la integración de todos los alumnos en el grupo, es interesante hacer grupos heterogéneos.
  • ¿El maestro debe participar en la fabricación mientras los alumnos también hacen su propio títere? 
En ocasiones es interesante que el docente participe paralelamente en la actividad que realiza con el alumno, ya que puede ir comentando las dificultades para resolverlas en tiempo real y es más fácil guiarle, pues una imagen vale más que cien palabras. Pero hay momentos en que es más importante la observación para poder reconducir si es necesario, las sesiones hacia los objetivos pronunciados.
  • ¿El maestro debe intervenir activamente en la escenificación de la actividad? 
Para dar confianza al alumno en ciertos momentos es bueno que el maestro participe, pero en ocasiones su implicación emocional puede perjudicar la terapia.
  • ¿Ante o detrás del teatrino? 
El castellet puede ser un mecanismo de defensa del paciente y del terapeuta, pero al mismo tiempo también en algunas circunstancias se convierte en un handicap por la evolución de la terapia. Los profesionales deben observar las variables que convergen en la persona sujeto de la terapia (discapacidad, estado actual de la persona, objetivo de la sesión…) y decidir la utilización o no de los castelletsegundos los conocimientos técnicos y la intuición del momento.
Ningún docente dispone de una única respuesta. Cada situación pide realizar una acción u otra dependiendo de la circunstancia, de los objetivos y del buen criterio del profesional.
La mayoría está de acuerdo en que es bueno constituir un equipo pluridisciplinar, donde haya profesionales que no deben ser educadores pero que dominen el arte del títere, para que puedan aportar todo lo que les falta a los maestros.
La base de toda intervención terapéutica con títeres es sencillamente la creación de un protocolo abierto y sujeto a cualquier cambio. El educador o terapeuta debe ir adaptando la sesión en función del paciente o alumno, de su estado interior y de las circunstancias que le rodean en ese momento.
Otra opinión generalizada es que una actividad con títeres debe tener una dimensión temporal, no puede durar indefinidamente.
El títere es un soporte terapéutico interesante que une “el soltarse” (la improvisación)con la expresión contenida en un marco adecuado. Permite jugar con registros simultáneos del verbal y del no verbal, con palabras y mímica a la vez, en relación el uno del otro.
Esta figura a la que se le da vida, es un objeto exterior que prolonga el cuerpo y facilita la comunicación, crea una atmósfera de seguridad, posee un fuerte poder de motivación y por eso se utiliza como soporte terapéutico.
Los protagonistas obligatorios en un trabajo con títeres son: un objeto, un manipulador y un espectador.
Una cuestión que aparece a menudo en este trabajo es la figura del “doble”. El papel del doble es esencial en las manipulaciones de títeres: el doble nunca es idéntico, el títere tiene un cuerpo donde los movimientos son parecidos pero no idénticos a los del cuerpo propio. Aquí se crea una distancia que permitirá una evolución psíquica.
Otro factor favorecedor en la función pedagógica es que los títeres tienen el poder de desencadenar lo que hoy podemos denominar como “feed-back”, una circunstancia muy importante en cualquier tarea de aprendizaje.
Este próximo curso 2007-08, coordinaré un grupo de trabajo apoyado por el ICE de la Universidad de Barcelona, para seguir investigando sobre la teoría y la práctica del valor terapéutico y educativo de los títeres en nuestras aulas. El grupo está formado por maestros, psicólogos y estudiantes de logopedia.
Nuestra intención es continuar buscando nuevas formas de aprendizaje utilizando los títeres y crear actividades concretas para su aplicación.
También queremos abordar la parte formativa, organizando conferencias y cursos en Cataluña dirigidos a los profesionales de la enseñanza y de la psicología, e impartidos por educadores, psicólogos, maestros… de todo el mundo que están trabajando los aprendizajes o hacen terapia con los títeres .
Desde aquí les animo a que colaboren y nos envíen cualquier sugerencia o experiencias sobre el tema.

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