Enfoque de las terapias
cuando se realiza terapia o intervenciones con títeres. Los maestros,
educadores y terapeutas deben tener claras sus respuestas.
- ¿La manipulación debe ser a cara descubierta o dentro de un castellet (teatrino de títeres)?
- ¿Los enfermos o personas con discapacidades deben construir ellos los títeres o se les debe dar hechos?
- ¿El maestro o terapeuta debe participar en la fabricación mientras los niños también hacen su propio títere?
- ¿Es necesario en la fabricación orientarles paso a paso?
- ¿El maestro o terapeuta debe participar en la dramatización?
Según Madeleine Lions,“El cortaviento del
castellet permite muchas veces, a las personas más tímidas, a las más
inhibidas, poder decir cosas de lo inconsciente que son el origen del
problema. Pero debemos tener claro que hablar alivia pero no cura.”
castellet es la de delimitar un área de juego en la que el niño tendrá de
todo por poder crear. El castillo representa de alguna manera el límite
entre la vida real y el imaginario.
envoltura que protege al niño de la realidad exterior, y que permite la
relación con los demás, a través del títere.”
contexto dramático, adquiere una tensión emocional intensa, que no permite
al paciente continuar en el juego. Es entonces que el director debe
transportar la escena detrás del teatrino y continuarla con los títeres,
donde se obtiene así una reducción de la ansiedad y un espacio disentido, que
permite al protagonista continuar la escena sin dificultad. Una vez
que esta etapa ha sido superada se puede continuar el juego, cara a
cara.”
psicóticos/as no quieren hacer aparecer el títere solo (y ellos detrás del
castellet) quieren también que se les vea a ellos.
terapeuta, pero al mismo tiempo también en algunas circunstancias se convierte en un
handicap por la evolución de la terapia. Pienso que los profesionales deben
de observar las variables que convergen en la persona sujeto de la
terapia (discapacidad, estado actual de la persona, objetivo de la
sesión…) y decidir la utilización o no de los castelletsegundos
conocimientos técnicos y la intuición del momento.
Fabricar el propio títere permite sin duda
una mejor proyección de sí mismo en el objeto. Los problemas internos de
la persona, los conflictos parecen resaltar a través de las formas,
las expresiones dadas a los títeres, evidencian la realidad por
terapeuta como por el paciente, ya que realiza el personaje un poco como el
su doble.
desde el placer hasta su decepción. A pesar de las dificultades "técnicas"
que se pueden encontrar, (la no adecuación entre lo que se había pensado hacer y
lo que ha salido de nuestras manos, la sorpresa a veces feliz delante
nuestra realización, el peso del azar…), no deja a su creador
indiferente. Siempre existe un sentimiento de rechazo o de posesión. Y todas
estas actitudes deben ser observadas como trabajo de la terapia.
Asimismo el hecho de construir el títere facilita la manipulación
de éste, gracias a la familiaridad conseguida durante el tiempo de
construcción.
construcción del títere, en ningún caso en la parte artística. Es importante
que el educador se fije unos objetivos en cuanto a la construcción. Vuelo
dejar al paciente libre para crear su personaje? o por el contrario, Vuelo
guiarle para que le interesa que descubra, por ejemplo, las partes del
cuerpo?. Toda participación está en función de la finalidad de la actividad.
proyección de los fantasmas según cuales sean los que el paciente elija.
Pero existe el peligro de que la persona sea influenciada por el atractivo de
el hada, de la bruja o de otros, y entonces no es una decisión interna
sino mediática, y las posibilidades de resultados son más limitadas.
personajes que no representan una función determinada. Estos parecen
más interesantes, ya que permiten poner rápidamente en escena situaciones
propias de problemas del paciente relativos a la familia, al trabajo, a
la escuela. En efecto, el paciente puede con el títere definir su
calidad, su papel, su función: padre, madre, niño, médico; o
atribuir poderes imaginarios a través del títere que bautizará como hada,
bruja, mago…”
de sitio ondas realice la terapia, no es adecuado la construcción del
títere por el paciente. Hablo, por ejemplo, de experiencias realizadas en
hospitales donde el tiempo y el espacio es limitado.
sistema u otro por razones técnicas, prácticas o materiales. Cada
método tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
En cuanto a la participación del terapeuta en la dramatización
En esta cuestión tampoco hay una
directriz clara. Hay quien toma el papel de observador para después
tomar las decisiones adecuadas por la continuación de la terapia, y en ella
quien participa activamente en el desarrollo de la dramatización
para dirigir la acción hacia una finalidad concreta planteada antes de la
sesión.
paciente, siempre y cuando, el terapeuta no se involucre personalmente en
el asunto.
emerger en la superficie de la conciencia del sujeto, manifestaciones
rechazadas de conflictos psicoafectivos, pero nunca participar como
sujeto activo. Se debe mantener la distancia teatral que permite a los
actores salvaguardar a su yo. Si no se hiciera de esta forma la terapia
sería contraproducente por el paciente y por el terapeuta.
mecanismos dramáticos del juego teatral para controlar la situación y sacar
resultados óptimos.
reeducación con títeres, si el maestro, terapeuta o educador no tienen la
formación adecuada, sería bueno poder disfrutar de la colaboración de
profesionales que dominen el arte del títere, para aportar toda la técnica
necesaria para conseguir los objetivos satisfactoriamente.
dimensión temporal. Debe comportar un límite en el tiempo, no puede
continuar indefinidamente.
de tratar el trastorno del niño o paciente, debe tenerse en cuenta los
problemas que deriven en su entorno cercano (padres, familia, compañeros
de clase…).
la siguiente paradoja: un objeto que al mismo tiempo es y no es. Está
claro que lo que veo es un lobo, pero no es verdaderamente un lobo,
porque veo claramente que se trata de papel maché y tela. Ésta
paradoja debe respetarse y mantenerse siempre.
cuesta es la base de la inteligencia humana; es lo que hace posible el
símbolo, la metáfora, la hipótesis, etc…El espejo plantea lo mismo
problema: "Eso que veo soy yo pero no soy yo".
el otro, con oscilaciones cada vez más cortas, por último
aceptar la paradoja y empezar a divertirse.
muchos enfermos mentales. Algunos caen en: “no es esto”, no comprenden
porque se habla con un trozo de trapo en la mano y porque se les da un
otro a ellos.
responder, siempre lo hacen directamente. Otros, por el contrario, parecen caer
en la trampa del “es” y se sorprenden de que su muñeco no hable
solo, llegando incluso a preguntarle por qué no lo hace.”
- Madeleine Lions (Titellaire). París. Asociación “Marionnette et Thérapie”
- Pierrette Salvage.(Psicomotrista). Collection Marionnette et Terapia n.20. París. 1988
- Ursula Tappolet. Ginebra. Collection Marionnette et Terapia n.15. París. 1983
- B.Jost.G.Brossard. Collection Marionnette et Terapia n.6. París. 1979
- Mariano Dlolci. Revista Puck n.3 Instituto Internacional de la Marionnetta. Charleville.1992