Técnicas y discapacidades

Los títeres somos especiales. Terapia con títeres

Técnicas y discapacidades

Técnicas y discapacidades
Se puede afirmar que casi la totalidad de las
enfermedades mentales o handicaps psíquicos pueden ser objeto de una terapia
con títeres. Lo mismo ocurre con los handicaps o discapacitados
físicas. Tampoco parece que haya un límite de edad para utilizar los
títeres en las terapias.
Los materiales que se utilizan por la
construcción de los títeres suelen estar adaptados al tipo de
discapacidad, pueden ser ligeros o pesados según la finalidad en la
utilización.
Según los objetivos marcados en la terapia, la
construcción puede ser sencilla -se quiere un resultado rápido-, o en ocasiones
puede ser más elaborada para realizar una observación esmerada del proceso
creativo y del trabajo psicomotriz.
Albert Bagno hace la siguiente clasificación de utilización de técnicas por las diferentes discapacidades:
  • Marioneta o títere de hilo: por handicaps físicos, en particular las personas que no pueden utilizar ni las piernas ni el tronco.
  • Marionetas de mesa: para handicaps físicos, en particular ciegos o personas con poca vista.
  • Marionetas de guante: por discapacidades mentales, esencialmente niños pequeños.
  • Marotas: por handicaps mentales adultos.
  • Sombras: por handicaps mentales graves.
  • Marotas en cornet: por los niños portadores de handicaps físicos o mentales, o ambos a la vez o que tienen una habilidad reducida.
Esta lista ha sido confeccionada en 1985. Aunque nos sirva como indicativo, en estos momentos resulta incompleta.
Desde entonces se han hecho multitud de nuevas
de experiencias, se han descubierto materiales inéditos y técnicas mixtas
insólitas. Según las discapacidades podemos ver que se han fusionado
técnicas para facilitar la manipulación y conseguir desarrollar la
comunicación y la creatividad.
Por ejemplo se ha comprobado que las personas con discapacidad auditiva pasan espontáneamente de la marota al títere de hilo.
El títere de hilo dispone del cuerpo entero,
expresión es total y no es sólo una marioneta que habla. De hecho la
boca de la marioneta interesa muy poco a los sordos, más bien es el
expresión. Puede que sea por eso, este interés en el títere de
hilo.
Por los problemas de habla se han utilizado los muppets porque el movimiento articulado de la boca permite trabajar la vocalización.
También hay títeres a vista que son manipulados
con un palo en la cabeza, en la nuca y otra sobre el brazo. Son títeres
que coordinan bien los movimientos, porque pueden inclinar la cabeza, el
cuerpo, subir el brazo, caminar…Son importantes para un niño que no conozca bien
su cuerpo. Puede aportar muchas cosas en psicomotricidad.
Aquí tenemos otra clasificación de los
instrumentos titiriteros según la distancia más o menos grande que los
separa del cuerpo del manipulador, según Mariano Dolci. 
“El instrumento más cercano es la máscara,
especie de doble de la piel de la persona que la lleva. Después está el
títere de guante, doble piel, pero de un órgano descentrado: la mano.
 
Más lejos aún, el títere de tallo, que
la mano del manipulador se limita a sostener, a continuación el puppi
siciliano, claramente separado del manipulador, pero que no obstante permanece
sólidamente atado a través de dos tallos de hierro que forman un cordón
umbilical.
Finalmente el extremo sería, el títere de hilo o marioneta. 
Toda esta clasificación puede prolongarse
en un sentido u otro: por una parte la pintura facial, el tatuaje,
por otro, el robot teledirigido o animatrónico.
 
Podríamos esquematizar las cosas de esta
modo: al recorrer la serie desde la máscara hasta el títere de hilo,
se estimulan los procesos de proyección, en detrimento de los
de identificación, que se inhiben. En sentido contrario, es decir, del
títere de hilo en la máscara, son los mecanismos de identificación los que
se refuerzan en detrimento de los mecanismos de proyección.
 
Examinamos, pues, los dos extremos de la
serie: con la máscara tenemos el máximo de tendencia a la identificación y
lo mínimo en la proyección, lo que significa que la persona que lleva la
máscara tratará de identificarse con lo que representa. El manipulador
de un títere de hilo, por el contrario, experimenta menos esta tendencia
identificarse con un ser distanciado –y que marca constantemente la
separación, en cierto modo, a través del envío de señales: “ten
cuidado, no me aguantes tan alto, tampoco tan bajo, hazme decir alguna
cosa,…
 
Uno se identifica menos con un títere de hilo, pero lo dirige un poco más.”
Algunos niños con discapacidades pueden escoger
de una forma natural y espontánea la técnica titiritera que mejor les
va por su discapacidad, pero a veces es necesario que les
terapeutas o maestros seleccionen la técnica para que los alumnos no están
en condiciones de elegir.
Es importante descubrir si una técnica
titiritero es mejor que otra para los niños con handicaps y cuáles
consecuencias tiene el hecho de cambiar de técnica sobre la expresión general.
Por tanto es indispensable que el educador tenga conocimiento de los
diferentes tipos de manipulación de títeres.
  • Albert Bagno (Titelaire). Merate (Italia). Collec Marionnette et Terapia n.18. París 1985
  • Mariano Dlolci. Revista Puck n.3 Instituto Internacional de la Marionnetta. Charleville.1992

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