Los títeres somos especiales. Trastornos y deficiencias a tratar
Retraso mental
El retraso mental se refiere a un estado particular del funcionamiento que comienza en la niñez en el que coexisten limitaciones en la inteligencia junto con las habilidades adaptativas.
A través de la historia hemos podido ver cómo el trato dado a las personas con retraso mental ha ido cambiando. Hemos pasado por la época en la que se tenía un cierto reconocimiento, en la etapa benéfico-asistencial (reclusión en asilos o instituciones hospitalarias), en la rehabilitadora terapéutica (predominio del modelo médico y equipamientos especializados y segregados), hasta llegar al etapa educativa (derecho a la educación, integración escolar, mayor responsabilidad por parte del maestro y el modelo educativo centrado en las ayudas para progresar).
El concepto y definición de retraso mental también ha experimentado muchos cambios en los últimos 40 años, cada cambio es reflejo del continuo esfuerzo realizado para mejorar la comprensión de la condición, así como para desarrollar una terminología y clasificación más precisa, práctica y orientada a habilitación.
En 1992 se publicó la novena edición del manual que propone un cambio sustancial en la definición y clasificación de este fenómeno. El nuevo concepto de retraso mental deja de ser observado como un rasgo absoluto de un determinado individuo y pasa a centrarse en la interacción entre su funcionamiento intelectual limitado y su entorno cercano. Por otra parte, considera que no es suficiente con definir las deficiencias sino que es necesario proponer sistemas de ayuda y apoyo que permitan la mejora de habilidades y faciliten la integración social y el bienestar personal.
El retraso mental se refiere a limitaciones sustanciales en el desarrollo ordinario. Se caracteriza por un funcionamiento intelectual significativamente inferior a la media, junto a limitaciones asociadas a dos o más de las siguientes áreas de habilidades adaptativas: comunicación, autocuidado, vida en el hogar, habilidades sociales, uso comunitario, autodirección, salud y seguridad, habilidades académicas funcionales, ocio y trabajo. El retraso mental se manifiesta antes de los 18 años.
Definición de las áreas de habilidades adaptativas:
- Comunicación: habilidades como la capacidad de comprender y expresar información mediante conductas simbólicas o conductas no simbólicas.
- Cuidado personal: habilidades relacionadas con la limpieza, comida, vestido, higiene y apariencia personal.
- Habilidades de vida en el hogar: relacionadas con el funcionamiento dentro del hogar, cuidado de la ropa, tareas del hogar, mantenimiento adecuado, preparación de comidas, planificación y presupuesto para la compra, seguridad en el hogar y planificación diaria.
- Habilidades sociales: relacionadas con los intercambios sociales con otras personas: iniciar, mantener y finalizar una interacción; reconocer sentimientos; regular la propia conducta; calibrar la cantidad y el tipo de interacción a mantener con otros; hacer y mantener amistades; adecuar las conductas a las leyes; mostrar un comportamiento sociosexual adecuado.
- Utilización de la comunidad: habilidades relacionadas con la adecuada utilización de los recursos de la comunidad, que incluyen el transporte; comprar en tiendas o grandes superficies; comprar u obtener servicios de otros recursos; utilizar servicios públicos como librerías, parques, áreas recreativas, teatros, centros culturales…
- Autorregulación: habilidades relacionadas con escoger, aprender y seguir un horario; iniciar actividades adecuadas a la situación, condiciones, horarios e intereses personales; buscar ayuda cuando se necesite; resolver problemas en situaciones familiares y nuevas; demostrar asertividad y habilidades de autodefensa.
- Salud y seguridad: habilidades relacionadas con el mantenimiento de la salud; reconocer los síntomas de enfermedad, tratamiento y prevención; primeros auxilios: practicar sexualidad segura; seguir las normas básicas de seguridad; protegerse de las conductas criminales.
- Habilidades académicas funcionales: aprendizajes escolares que tienen una aplicación directa a la vida personal independiente: escritura, lectura, utilización práctica de conceptos matemáticos básicos, conocimiento del entorno físico y social relacionado con otras habilidades adaptativas.
- Ocio: desarrollo de intereses variados de ocio como elegir y seguir sus propios intereses; utilizar y disfrutar de los recursos de ocio de la comunidad; jugar con otros y respetar el turno y las normas; finalizar o rechazar actividades de ocio o recreativas.
El trabajo esencial no será diagnosticar y clasificar a los individuos con retraso mental y con esta información determinar los tratamientos y servicios que necesitan, sino evaluarlos multidimensionalmente en base a su interacción con los contextos en los que se desarrollan y, en base a esa evaluación y el ambiente, determinar los tratamientos y servicios que se necesitan.
Por ello, no se clasificará a las personas en virtud de su CI sino según el tipo e intensidad de refuerzos que necesitan. Así en lugar de establecer un sistema de clasificación basado en los niveles de inteligencia (ligero, medio, severo y profundo), se propone un sistema de clasificación basado en la intensidad de los refuerzos que requieren las personas con retraso mental (limitado, intermitente, extenso o generalizado).
Uno de los aspectos más interesantes es la consideración de que una evaluación válida debe tener en cuenta la diversidad cultural y lingüística, así como las diferencias en aspectos comunicativos y de comportamiento de la persona para evitar que se evalúe a personas de otras culturas y lenguas con los test y baremos propios de la cultura dominante.
Para contribuir significativamente desde la escuela al proceso de desarrollo del alumnado con retraso mental, debe partirse del nivel de competencia del alumno, por eso se debe realizar una evaluación precisa: qué sabe y que no sabe hacer, como hace, cuáles son sus experiencias previas, intereses, actitudes, motivaciones.
El papel del maestro tutor es clave, debe disponerse intencionalmente las condiciones de aprendizaje. Estos alumnos tienen dificultad de atención inicial, por tanto debe asegurarse la atención, evitando dar instrucciones cuando el alumno esté distraído. Hay que hacerles fácilmente discriminables y claros los aspectos que debe ser aprendidos: dar instrucciones sencillas, utilizar vocabulario a su alcance, utilizar dibujos, códigos… Hay que ofrecer situaciones encaminadas para estimular a que el alumno ponga en relación a sus experiencias y aprendizajes previos con lo que se quiere que aprenda actualmente y por tanto así se practica la memoria.
Para trabajar la simbolización y la abstracción, debemos partir de lo concreto, vinculado aquí y ahora. Partir de lo que tiene bien aprendido y de aspectos funcionales y significativos para él. Dar estrategias en aspectos concretos en los que tengan especial dificultad.
Por tanto se debe estructurar deforma consistente el ambiente educativo y flexibilizarlo sucesivamente: analizar los objetivos y contenidos curriculares, por tanto dar prioridad a determinados objetivos y contenidos, secuenciarlos, escoger técnicas y estrategias metodológicas adecuadas, disponer los recursos con los que contamos (personas, materiales, espacios, organización) de forma que favorezcan los aprendizajes, analizar y ajustar las ayudas en función de las necesidades de los alumnos, motivar y reforzar cada aspecto del proceso de la enseñanza-aprendizaje y sobre todo programar la generalización de los aprendizajes.
Es importante ir evaluando si los logros se van consiguiendo. Las pautas de intervención educativa con alumnos con retraso mental deben ser tomadas según las características de cada uno, en función de las limitaciones funcionales de los aspectos cognitivos, de las limitaciones en los procesos de transferencia de unas situaciones a otras, del autoconcepto y relaciones sociales y de las limitaciones en el proceso de aprender. Todo ello implica unas necesidades en el desarrollo cognitivo, en la generalización de lo que se aprende en otros conceptos, en la motivación, en el refuerzo y en la mediación en el aprendizaje.